agricultura sostenible

En el corazón del concepto de agricultura sostenible está el objetivo de satisfacer las necesidades de la humanidad, sin que esta actividad esté diseñada para penalizar las necesidades de las generaciones futuras. La definición la da el Instituto de Agricultural Sustainability Institute, organismo encabezado por las Naciones Unidas. Estos son los cinco principios de la agricultura sostenible en los que inspirarse. El primero es el objetivo de aumentar la productividad, el empleo y el valor agregado en los sistemas alimentarios, a través de un cambio en las prácticas y procesos agrícolas dirigidos a asegurar el suministro de alimentos y reducir el consumo de agua y energía. El segundo principio apunta a la protección y mejora de los recursos naturales: esto incluye la conservación del medio ambiente, la contención de la contaminación de las fuentes de agua, la lucha contra la destrucción de hábitats y ecosistemas, el deterioro de la tierra. El tercer principio se refiere a la mejora de los medios de vida mediante la promoción del crecimiento económico inclusivo. El cuarto se enfoca en aumentar la resiliencia, ya sea para las personas, las comunidades y los ecosistemas. Esto implica la transformación de los modelos productivos para asegurar que se minimice el impacto que pudiera derivarse de eventos extremos por el cambio climático o la variabilidad de los precios de mercado. El quinto y último punto es el reto de adaptar la gobernanza del sector a los nuevos retos, gracias a una serie de reglas que permitan equilibrar lo público y lo privado, asegurando la transparencia y la equidad